jueves, 4 de diciembre de 2014

Las Serpentinas



Después de cada entrada de cera y celebración religiosa de la Purísima Concepción, frente al templo se ubica el Jardín de los Compositores, continúa la fiesta popular con la tradición de las llamadas "serpentinas", otra celebración de corte popular que con el paso del tiempo se ha desvirtuado en su connotación original.
Anteriormente, cuentan los abuelos, era el lugar del romance, donde los varones cortejaban a las jovencitas, pero de una manera muy especial: mientras las jóvenes daban vueltas alrededor del jardín, los apuestos varones las miraban pasar y elegían a una, a quien le aventaban o le enredaban una serpentina (papel de colores en forma de tiras) y dependiendo el color era el significado del sentimiento para declararle su sentir hacia ella, sea amor, gusto, amistad y hasta matrimonio. De ese ritual resultaron muchos matrimonio.
Hoy, como todo, las cosas han cambiado, se perdió totalmente el sentido de "las serpentinas". Ciertamente van chavos y chavas a dar vueltas alrededor del Jardín de los Compositores, y a su modo se conquistan unos a otras, unas a otros, otros a otros y otras a otras. Ya no son las serpentinas, ahora son el cascarón de los huevos rellenos de confeti, harina y polvos de color oro, que se rompen sobre la cabeza de quien se les ocurra, lo cual resulta gracioso y divertido.
No faltan los pleitos, peleas entre jovencitos que son detenidas por los guardianes del orden.
Los cambios del sentido original de las serpentinas no dejan de ser una expresión de la cultura popular, y lejos de valorar cómo era mejor, si el antes o el ahora, solo hay que disfrutarlas, porque la vida no perdona el paso del tiempo y estamos aquí para disfrutar la vida.

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